lunes, 31 de diciembre de 2012

Valor de ley (1968), de Charles Portis

Vi hace meses la película de los hermanos Coen sobre esta novela. Me había gustado lo que en cine llaman "fotografía" pero sobre todo los diálogos. Según he comprobado con esta lectura, el guión procede casi tal cual de la novela. Incluso aquellos detalles que yo hubiera atribuido a los Coen (los excesos brutales, por ejemplo). Son antológicas las escenas en que Betti habla con el vendedor de caballos, del que intenta cobrar una indemnización y al que quiere devolverle una compra, o con Chaney, el asesino de su padre.
Los personajes (todos: principales y secundarios; buenos y malos) están tratados de un modo curioso pues crecen en ocasiones como héroes épicos pero poco después quedan en ridículo como caricaturas de una comedia. Mantienen siempre sin embargo su dignidad y el autor no es machacón: le da un corte a un personaje y pasa ya a otra cosa sin insistir. El resultado es sorprendente y muy divertido aunque al final, exagerado. 4/5

No hay comentarios: